VIH: virus de la inmunodeficiencia humana, fue descubierto en 1983. Es el causante del SIDA, se caracteriza por la inmunodepresión. Las tres principales formas de transmisión del VIH son:
1-Sexual: producido por contacto de secreciones infectadas con la mucosa genital, rectal u oral de la otra persona.
2-Parenteral o sanguínea: contagio a través de jeringas infectadas, después de administración de drogas u otros como accidentes laborales, transfusiones sanguíneas que no se les ha efectuado la prueba de VIH.
3-Vertical: El contagio puede ocurrir durante las últimas semanas del embarazo, durante el parto, o al amamantar al bebé.
Magnitud y tendencia de l VIH-SIDA en Chile.
I. Distribución por Edad.
El 86 % de los caso se centra en la edad de 20 a 49 años.
II. Según factor de exposición.
El mayor factor de exposición al virus ha sido la vía sexual con un 83.5%, siendo un 42% de manera homosexual.
III. Incidencia de la escolaridad en la transmisión.
El 50% se concentra en personas que poseen escolaridad media, mientras que los que poseen solo educación básica o educación superior concentran un 20%.
IV. Mortalidad por SIDA.
La tasa de mortalidad masculina es de un 4.5 por 100.000 habitantes y en mujeres alcanza el 0.53 por 100.000 habitantes.
Diagnostico de VIH positivo en Chile
I. Test de ELISA.
Se realiza a través de la extracción sanguínea. Se extrae el suero el que se enfrenta en un soporte a un componente vírico que actúa como antígeno. Si en el suero existen anticuerpos, éstos se unen con el antígeno formando un complejo que se pone en evidencia mediante una reacción que puede ser visualizada a simple vista o medida con un fotómetro. Por lo general la muestra es positiva cuando se desarrolla color.
II. Prueba PCR
La prueba PCR multiplica en la muestra de sangre las copias de ARN viral una serie concreta de veces para poder medirlas más fácilmente La cantidad de ARN medida se divide matemáticamente por ese mismo factor para obtener el conteo viral preciso.
Resolución dispuesta en el código sanitario
1°.- Las personas a las que se realice un examen para la detección de VIH, deberán ser informadas del hecho, dejándose constancia por escrito de su consentimiento a ello. Recibirán consejería previa al examen y posterior a la entrega del resultado, tanto si su resultado es positivo como negativo.
2°.- Toda muestra de adultos y niños mayores de 2 años, que en el tamizaje-screening tenga un resultado positivo, deberá ser sometida a un nuevo examen en el mismo laboratorio, en duplicado, utilizando el mismo test de tamizaje.
3°.- En el caso de obtenerse resultados Positivos en al menos 2 de los 3 exámenes a que se refiere el punto anterior, deberá requerirse al Instituto de Salud Pública de Chile un examen suplementario para confirmación de especificidad de los anticuerpos detectados, enviando la misma muestra.
4°.- Si el Instituto de Salud Pública de Chile confirma el resultado positivo de la muestra enviada, el establecimiento que solicitó el examen tomará una 2º muestra de sangre al paciente para la certificación de identidad.
5°.- Al paciente deberá entregarse el resultado tanto por escrito, mediante la copia en papel de éste, como de palabra, a través de consejería realizada por personal debidamente entrenado para ello.
6°.- A continuación deberá efectuarse la notificación obligatoria
7°.- En la eventualidad que la prueba de certificación de identidad resulte negativa o discordante con el resultado del Instituto de Salud Pública de Chile, no se debe informar al paciente, sino que el laboratorio debe comunicarse inmediatamente con el Centro Nacional de Referencia de SIDA de Instituto de Salud Pública.
8°.- El examen confirmatorio que realiza el Instituto de Salud Pública de Chile será gratuito.
9 Esquema de toma de muestras para menores de 2 años:
a).- Recién Nacidos: diagnóstico por PCR, serología y antigenemia
Primera Muestra: Antes de las 48 horas de nacido. Segunda muestra: Entre los 15 y 30 días de edad. Tercera muestra: A los tres meses de edad.
En caso de existir alguna discrepancia en los resultados anteriores, el Instituto de Salud Pública de Chile solicitará una o más muestras adicionales.
Para hacer diagnóstico de infección, deben resultar positivos al menos 2 PCR sin considerar la primera. 2 PCR deben ser negativos para descartar infección.
b).- Niños mayores de un mes y menores de 18 meses: diagnóstico por PCR, serología y antigenemia
Primera muestra: En el momento de ser detectado. Esta primera muestra debe acompañarse de una muestra de sangre de la madre, para reafirmar su diagnóstico.
Segunda muestra: Un mes después de la primera.
En caso de existir alguna discrepancia en los resultados anteriores, el Instituto de Salud Pública solicitará una tercera muestra para diagnosticar el caso.
El diagnóstico positivo se hace con dos muestras positivas por PCR o 2 de antigenemia. Se descarta la infección con 2 muestras negativas por PCR, en ausencia de lactancia materna, aunque persistan los anticuerpos. Dos antigenemias VIH negativas no descartan la infección.
c).- Niños mayores de 18 meses de edad y menores de 2 años:
Se diagnosticarán con una sola muestra de sangre en la que se hará PCR y serología. Los resultados de ambas pruebas deben ser positivos para el diagnóstico de infección. El diagnóstico negativo se hace con ambos resultados negativos.
10°.- Derógase la resolución exenta No 478 de 1988 y su modificación resolución exenta N° 211 de 1994, ambas del Ministerio de Salud.
Tratamiento de VIH positivo.
Terapia antirretroviral ARTV. Se utiliza con el fin de disminuir la carga viral, aumentar los niveles de linfocitos tcd4, para finalmente retrasar la aparición del SIDA.
1-INTR: Análogos nucleósidos inhibidores de la transcriptasa reversa. Logra que el virus fracase en su dominio del núcleo, fracasando finalmente en su replicación.
2-IP: Inhibidores de la proteasa. Inhiben la proteasa necesaria para fragmentar las largas cadenas de proteínas, dando origen a cadenas proteicas defectuosas, con esto el virus puede infectar la célula colonizada pero no a otras células.
3- INNTR. Análogos no nucleósidos de la transcriptasa reversa. Actúan causando una ruptura en el sitio catalizador de la enzima. In Vitro actúan sinérgicamente con los NRTI y son activos frente a las cepas de VIH resistentes al AZT.
4-IF Inhibidor de fusión. Los Inhibidores de Fusión o de Entrada logran adherirse eficientemente a las proteínas, éstas quedan bloqueadas y entonces el VIH no puede unirse a la superficie de las células T e ingresar a las mismas.
Aspectos éticos relacionados
Fidelidad relación enfermera-paciente, médico-paciente.
Privacidad Se trata de la responsabilidad institucional de mantener informaciones confidenciales y privilegiadas
Confidencialidad Toda la información adquirida como consecuencia del ejercicio de la profesión en el área de la salud debe ser, en principio, reservada.
Discriminación al PVVIH: la discriminación es a nivel universal por la falta de conocimiento sobre la enfermedad, es incurable. La discriminación tiene grandes consecuencias psicológicas sobre la autoestima del paciente infectado, lo cual conduce en muchos casos a la depresión, el estrés y la desesperación. La Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas ha confirmado que la discriminación a causa de ser portador del VIH o enfermo SIDA, está prohibida según las normas de derechos humanos existentes
Principalísimo
No Maleficencia: Los pacientes contagiados con esta enfermedad viven la discriminación, la cual han sufrido muchas veces por parte de funcionarios de la salud, los que se dejan llevar por sus estigmas y creencias erróneas, brindando una atención de mala calidad, dejando de lado el principio de la no maleficencia,
Beneficencia: Las obligaciones de los profesionales de la salud con los enfermos contemplan realizar todas aquellas acciones que maximizan los beneficios y reducen los daños, pero para esto se debe estar dotado de una sólida preparación de conocimientos y habilidades que respalde las acciones
Autonomía: Exige el respeto a la capacidad de decisión de las personas y el derecho a que se respete su voluntad en aquellas cuestiones que se refieren a ellas mismas.
Justicia: Existe un compromiso de la sociedad de distribuir igualitariamente el bien o el mal entre sus miembros. Es inaceptable la discriminación de pacientes por razones de orden social, racial, religiosa o de cualquier otra naturaleza, incluidas las dolencias.
Dilemas éticos
1.- Derecho a procrear
Permitir que una pareja o una mujer puedan decidir qué hacer en relación con la reproducción, en base a la información que el médico le ofrece, otorga a esa mujer o pareja una responsabilidad muy grande y un status de agente moral.
Autonomía: La reproducción es un derecho humano que, como profesionales de la salud, no podemos negar. Con los diversos tratamientos existentes hoy en día se puede evitar el contagio vertical, pero la inseminación artificial y fecundación in Vitro son costosas y no todos logran acceder a estas intervenciones.
Beneficencia: El embrión es un ser que involuntariamente es expuesto por sus padres a esta enfermedad crónica transmisible que, hasta el momento, es incurable.
Como profesionales sólo podemos informar sobre los riesgos, tratamientos para prevenir contagios y alternativas seguras para un embarazo de buen termino, pero no podemos negar ese derecho.
No maleficencia: Existe un gran daño hacia los padres al enjuiciar su derecho a procrear, al creer que se daña una nueva vida sólo por padecer una enfermedad crónica.
Justicia: la mujer tiene derecho a procrear mas allá de sus desigualdades biopsicosociales, y sin realizar discriminaciones por su condición de enfermedad, sea cual sea ésta última.
2.- Confidencialidad
La confidencialidad es un factor ético muy importante en las relaciones del grupo familiar, del paciente y el equipo de salud. El rompimiento de la confidencialidad se justifica en casos muy específicos, donde debe haber un estudio predeterminado de la situación, analizar correctamente los componentes éticos involucrados y el daño a la moral que puede ejercer este quebrantamiento.
Autonomía: Este principio se basa fundamentalmente en la libertad, por lo que sólo por el hecho de ser humanos, sin importar la condición social, racial e incluso de salud, debemos respetar al otro y recordar que “Mi libertad termina en donde comienza la libertad del otro”
Beneficencia: Como profesionales de la salud, asumimos el compromiso con el paciente de guardar la información que hemos obtenido a través de exámenes u entrevistas, esto claramente es un beneficio para la integridad del paciente, quien muchas veces prefiere guardar silencio, generalmente por el miedo a sufrir la discriminación inherente a este tipo de enfermedad.
No maleficencia: El secreto de confidencialidad va en favor netamente del paciente, por lo que en ningún momento se intenta dañar a través de la comunicación de su diagnóstico.
Justicia: En el momento en que se determine que el silencio del diagnóstico está afectando en cierta parte al núcleo familiar, se deben tomar las medidas correspondientes, estableciendo la justicia de manera equitativa para ambas partes.
3.- Negación de tratamiento a PVVIH y calidad de vida
El personal de salud, en su práctica cotidiana, se expone a sufrir contagios de un sinnúmero de enfermedades, por lo que debe asumir las posibilidades de riesgo como parte de su trabajo. Definir cuándo se deben limitar tratamientos en estos pacientes por considerar que un tratamiento es útil en un momento determinado, es particularmente difícil porque, constantemente aparecen nuevas terapias y fármacos que pueden modificar y mejorar la situación de muchos enfermos.
Autonomía: Este principio plantea el respeto por la voluntad del paciente, en este caso es importante que estén bien informados para su toma de decisión y sean capaces desde el punto de vista psicológico.
Beneficencia: se ve totalmente transgredida, ya que sólo se ve el beneficio del personal y no considera de ninguna manera el del paciente.
No Maleficencia: se ve sobrepasada por la discriminación y el temor del equipo de salud hacia el paciente con VIH/SIDA.
Justicia El VIH – SIDA es una enfermedad bastante peculiar, por el aislamiento que sufre el paciente de la sociedad. Es aquí en donde hay una inequidad en el trato con este tipo de pacientes, puesto que el personal de salud se convierte en “tribunal de juicio”, calificando las actitudes de riesgo que llevaron a este paciente a contraer el virus.
4.- Vacío legal en cuanto a la notificación, confirmación e información.
Dentro de un dilema ético podemos referirnos a casos de pacientes que son hospitalizados, a los cuales se les realiza el test de Elisa, primera muestra. En caso de ser VIH positivo es enviada al ISP, quien se demora 4 semanas en tener los resultados de la muestra. Al ser confirmado se procede a tomar la segunda muestra para confirmar la identidad del paciente pero, ¿qué ocurre si el paciente fallece?, ¿qué se le informa a la familia?. No se debe diagnosticar al paciente como portador de VIH/SIDA ante su familia ya que no fue confirmado con una segunda muestra. El personal de Salud queda sin solución a esta problemática.
Autonomía: La familia, aunque quisiera saber el resultado del test, no puede ser comunicada, ya que no atravesó el proceso legal completamente. Una de las formas para verificar que no padecen del virus es que se sometan al test, pero al inferir esta opción pueden pensar que es un tipo de indirecta y exigir el examen de la persona fallecida. Por otra parte, como profesionales, no podemos dar el resultado por la misma razón, no sabemos si ese resultado positivo era efectivamente de ese paciente, y quedaremos con la duda ya que no se realizó la toma y análisis de una segunda muestra.
Beneficencia: El no poder informar produce un daño, no poder someter a exámenes para descartar o pesquisar el contagio no benefician al profesional, a la familia ni a la sociedad. Este vacío en la ley deja sin protección y sin explicaciones válidas y/o coherentes a los afectados.
No maleficencia: si la familia tiene dudas, no queda convencida y/o no sabe el por qué murió el paciente, produce un daño psicoemocional en ellos. La angustia de lo desconocido, el temor a que pueda ser una enfermedad muy grave y contagiosa o hereditaria, causa estrés y todas sus dudas e inquietudes no están siendo contestadas satisfactoriamente en el servicio de salud porque la notificación, por si sola, no es valida para dar un diagnóstico. El querer dar solución al sufrimiento familiar no es posible, aunque se estuviera el 99% seguro que el paciente era portador del virus, porque el estar “casi seguros” no es seguro.
Justicia: Todas las personas tienen derecho a saber si se está o estuvo frente a un riesgo y/o problema real. Lo mejor sería poder contactar a su familia e informarle del diagnóstico obtenido a través de la toma de exámenes consentidas al ingresar al servicio hospitalario pero, como profesionales, no podemos olvidar los protocolos a seguir y tampoco podemos olvidar la confidencialidad que el paciente talvez habría exigido. En este caso la familia, sin sospecha alguna, estuvo expuesta a un paciente con VIH positivo y tendrán que vivir con el desconocimiento, tanto del estado de salud real de la persona fallecida como a la posibilidad de que alguno estuviera contagiado.
Reflexión y rol de enfermería
El tema del seminario, personas que viven con VIH/SIDA, nos lleva a diversas reflexiones, importantísimas de analizar, ya que hoy en día con respecto a este tema, todavía existen conocimientos deficientes dentro de la población general, lo que puede llevar a dar en ocasiones un mal trato. Es importante reflexionar como se identifican a los pacientes VIH+ a nivel hospitalarios, ya que tan solo la forma, códigos y miradas entre el personal de la salud nos llevan a menoscabar y no entregar así una atención de calidad a ellos.
Los profesionales de la enfermería desarrollan un papel activo y primordial en el sistema sanitario y sus campos de actuación se van ampliando progresivamente y representa un gran refuerzo para el paciente. Le acompaña en el día a día de su terapia y de sus resultados, y comparte tanto los sinsabores como los éxitos de las terapias antirretrovirales de gran actividad, que se aplican actualmente en los centros penitenciarios de nuestro país.
La actitud del profesional de enfermería y todo profesional de la salud debe ser la misma que ante cualquier enfermo que presente cualquier otro tipo de patología. Hay que tener presente que existen las medidas de protección estándar las cuales deben ser aplicadas a todos los pacientes para así protegernos principalmente a nosotros y a ellos también.
También debemos cumplir todas aquellas necesidades en las cuales los pacientes no pueden cubrir por si solo, dando un soporte emocional, físico y psíquico en todo momento evitando el rechazo hacia ellos y estableciendo una relación de confianza tanto con el paciente como con la familia.
Finalmente quisiéramos destacar la presentación de este seminario la cual motivo a todos los espectadores a la reflexión.
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