El texto alude a la importancia que se le debe dar a un órgano tan noble como el cerebro, ya que es el medio a través del cual podemos pensar, sentir, comunicarnos con el exterior, reflexionar, tiene capacidad de cambio, de crear pautas de respeto hacia los demás, centrado en la persona, pieza clave en la bioética.
El cerebro es la base de nuestro conocimiento, de la capacidad emocional, afectiva y del comportamiento en sí. Al ser el cerebro una red de conexiones neuronales, a través de la historia se ha tratado de estudiar estas conexiones, pero a pesar de estos estudios y del avance de la ciencia no se ha podido explicar la complejidad humana. La dificultad de su estudio se debe a su capacidad para transformarse, a su autonomía, libertad que recae en la persona, lo que lleva a pensar que el hombre es capaz de autodeterminarse y que el cerebro no sólo está regido por pautas condicionadas de comportamiento, sino que existe una conciencia de por medio que lo faculta de su capacidad de decisión.
En neurología se estudian los estados de conciencia: vigilia, obnubilación, estupor y el coma. Desde el punto de vista del dualismo el cerebro y la mente son entidades separadas y la conciencia por su parte es una característica de la mente, lo que es seriamente cuestionable, ya que es difícil pensar en el modo de organizar y coordinar ambas entidades. En cuanto al monismo, éste dice que del cerebro se desprende la mente. Según el narrador, ambas posturas no se satisfacen y debería haber una mezcla de ellas (realismo filosófico). Aún es un enigma cómo la mente y la conciencia se relacionan entre sí, ambas pueden distinguirse, pero no separarse.
Para poder sentir, percibir y poder desarrollar emociones y afectividad con el medio es necesario estar conciente. El cerebro es un órgano que tiene “entradas y salidas”, la entrada está relacionada con los sentidos que llevan su información al cerebro y se provoca una respuesta motora (de salida), es decir, existe una relación con el mundo exterior y se debe estar conciente para poder tener estas experiencias.
Antiguamente se pensaba que la conciencia estaba situada en un lugar del cuerpo (cerca de la glándula pineal), pero hoy en día se sabe que el estado de conciencia se da por la relación entre el cuerpo y el sistema nervioso y no en solitario. Por lo tanto la conciencia es el resultado de la interacción del cuerpo y el intelecto de la persona.
Algunos estudios del cerebro dicen que éste capta más de lo que percibe, es decir, que podemos recibir mensajes subliminales sin querer e incorporarlos en nuestra mente. El cerebro tiene la cualidad de la plasticidad neuronal, lo cual se refiere a que está sujeto al cambio y estar moldeable según las exigencias del medio. En el texto se aluden a las personas ciegas, que éstas pueden adecuar sus demás sentidos y desarrollarlos de forma especial. Esto faculta a las personas a poder “educar” al cerebro y cambiar o desarrollar ciertas conductas o aspectos de la personalidad a su voluntad.
La dignidad de las personas recae en la capacidad de autonomía, de actuar libre, conciente y racionalmente. El hombre es la única especie entre los animales que tiene la facultad de interactuar con el medio y cambiarlo, debido a que tiene un cerebro que puede manejar y desarrollar a través de él su inteligencia y de este modo su dignidad como persona. Cabe señalar que una persona no es más digna por tener más inteligencia que otra, sino que se debe respetar a las personas por lo que son, por el sólo hecho de pertenecer a la raza humana tienen el derecho a ser tratados con dignidad. Por eso la gente que tiene falta de voluntad o tiene trastornos emocionales no es menos humana por tener estas deficiencias y se le debe tener el mismo respeto como persona.
Hay algunos estudiosos que sostienen que el ser humano es meramente aquel dotado de la capacidad racional y todo lo que involucre el sistema nervioso, esto quiere decir que cuando éste fallase se dejaría de ser hombre. Esto es totalmente incorrecto, ya que la inteligencia, la voluntad y la conciencia existen debido a que el ser humano las desarrolla y no existirían si las personas no existiesen también, entonces se le debe valorar a la persona por lo que es y no rebajar su valor a la capacidad que tenga su sistema nervioso.
La dignidad está ligada a la libertad del ser humano, a diferencia de los animales, el hombre puede encaminar su propia vida al tomar decisiones que la cambien o la mantengan por medio de un órgano que es capaz de integrar todas las experiencias de la vida: el cerebro.
El cerebro es la base de nuestro conocimiento, de la capacidad emocional, afectiva y del comportamiento en sí. Al ser el cerebro una red de conexiones neuronales, a través de la historia se ha tratado de estudiar estas conexiones, pero a pesar de estos estudios y del avance de la ciencia no se ha podido explicar la complejidad humana. La dificultad de su estudio se debe a su capacidad para transformarse, a su autonomía, libertad que recae en la persona, lo que lleva a pensar que el hombre es capaz de autodeterminarse y que el cerebro no sólo está regido por pautas condicionadas de comportamiento, sino que existe una conciencia de por medio que lo faculta de su capacidad de decisión.
En neurología se estudian los estados de conciencia: vigilia, obnubilación, estupor y el coma. Desde el punto de vista del dualismo el cerebro y la mente son entidades separadas y la conciencia por su parte es una característica de la mente, lo que es seriamente cuestionable, ya que es difícil pensar en el modo de organizar y coordinar ambas entidades. En cuanto al monismo, éste dice que del cerebro se desprende la mente. Según el narrador, ambas posturas no se satisfacen y debería haber una mezcla de ellas (realismo filosófico). Aún es un enigma cómo la mente y la conciencia se relacionan entre sí, ambas pueden distinguirse, pero no separarse.
Para poder sentir, percibir y poder desarrollar emociones y afectividad con el medio es necesario estar conciente. El cerebro es un órgano que tiene “entradas y salidas”, la entrada está relacionada con los sentidos que llevan su información al cerebro y se provoca una respuesta motora (de salida), es decir, existe una relación con el mundo exterior y se debe estar conciente para poder tener estas experiencias.
Antiguamente se pensaba que la conciencia estaba situada en un lugar del cuerpo (cerca de la glándula pineal), pero hoy en día se sabe que el estado de conciencia se da por la relación entre el cuerpo y el sistema nervioso y no en solitario. Por lo tanto la conciencia es el resultado de la interacción del cuerpo y el intelecto de la persona.
Algunos estudios del cerebro dicen que éste capta más de lo que percibe, es decir, que podemos recibir mensajes subliminales sin querer e incorporarlos en nuestra mente. El cerebro tiene la cualidad de la plasticidad neuronal, lo cual se refiere a que está sujeto al cambio y estar moldeable según las exigencias del medio. En el texto se aluden a las personas ciegas, que éstas pueden adecuar sus demás sentidos y desarrollarlos de forma especial. Esto faculta a las personas a poder “educar” al cerebro y cambiar o desarrollar ciertas conductas o aspectos de la personalidad a su voluntad.
La dignidad de las personas recae en la capacidad de autonomía, de actuar libre, conciente y racionalmente. El hombre es la única especie entre los animales que tiene la facultad de interactuar con el medio y cambiarlo, debido a que tiene un cerebro que puede manejar y desarrollar a través de él su inteligencia y de este modo su dignidad como persona. Cabe señalar que una persona no es más digna por tener más inteligencia que otra, sino que se debe respetar a las personas por lo que son, por el sólo hecho de pertenecer a la raza humana tienen el derecho a ser tratados con dignidad. Por eso la gente que tiene falta de voluntad o tiene trastornos emocionales no es menos humana por tener estas deficiencias y se le debe tener el mismo respeto como persona.
Hay algunos estudiosos que sostienen que el ser humano es meramente aquel dotado de la capacidad racional y todo lo que involucre el sistema nervioso, esto quiere decir que cuando éste fallase se dejaría de ser hombre. Esto es totalmente incorrecto, ya que la inteligencia, la voluntad y la conciencia existen debido a que el ser humano las desarrolla y no existirían si las personas no existiesen también, entonces se le debe valorar a la persona por lo que es y no rebajar su valor a la capacidad que tenga su sistema nervioso.
La dignidad está ligada a la libertad del ser humano, a diferencia de los animales, el hombre puede encaminar su propia vida al tomar decisiones que la cambien o la mantengan por medio de un órgano que es capaz de integrar todas las experiencias de la vida: el cerebro.
0 comentarios:
Publicar un comentario